El amor llega cuando menos lo esperas

¿Qué es el amor?

Quizás es una pregunta muy trillada, que muchas veces escuchamos hablar en diferentes ámbitos de la vida, pero esta vez la voy a tratar de responder en referencia al amor de pareja.

El amor o el sentimiento de “estar enamorada”, lo entendí hace un tiempo atrás.

En mi cabeza, surgían ideas, algunas muy ambiguas otras sin sentimiento, y no podía dejar de preguntar a mis más allegados que “era estar enamorado” o “cuando darse cuenta”.

Mis conocidos me decían: “Es algo muy lindo, no te lo puedo explicar, es un sentimiento”, y me quedaba pensando si “yo lo había sentido”.
Hasta que un día el amor entro en mi vida y lo hizo sin pedir permiso, como suele hacer.

Estoy convencida que el amor llega cuando menos lo esperas, cuanto menos preocupada estés en que aparezca tu “príncipe azul”, más rápido va a llegar.

Igual al tren Bala

El transporte público funciona en perfectas condiciones de limpieza e higiene, cumple horarios y respeta frecuencia.

¿En qué países?

No creo que te estés refiriendo a Buenos Aires ¿no? Por supuesto que no.

Viajar en colectivo o tren, les aseguro que no es nada placentero. Sólo el hecho de pensar que tenes que tomarte el tren, se cruzan por tu cabeza ideas que se relacionan con: ¿tengo monedas? ¿Llegó al local? Si no saco boleto, ¿qué hago salto de una sin mirar a nadie? Total que más da, si esta “gente” nunca paga boleto y nadie dice nada.

Al Extremo
Estas súper atrasado, corriendo por llegar a la estación, escuchas el tren que está por llegar, y corres como un loco desaforado, cuando estas por poner las monedas… ¿qué pasa? ¿Qué no saben? Esas moneditas no andan, no pasan, te agarra la locura frenética, de rasparlas contra la máquina y nada funciona, hasta que… lo logras, cuando tenes el boleto en la mano, lo pasas por el molinete, cruzas esa línea divisoria, llegas al tren y este te dice “chau chau, espera el próximo”, las puertas se te cierran en la cara, quedas como un nene que le sacaron el chupetín, y la típica, tu amigo quedo adentro, te saluda con la mano, te manda mensajito y te dice: “Nos vemos allá”.

El local- asiento asegurado-
Sos de los que te conoces el horario del local, el que se fija donde para, sí hay una marquita en el piso que te da la pauta, te indica donde se “abren las puertas”…. Cuando llega el tren, corres, empujas, cual ganado porcino con fiebre y hambre de un asiento, donde reposar esas piernas de pezuña hendida. Y sí, lo conseguís, empujaste a la vieja, al gordo lechón de pelo largo, a la flaquita con los libros en la mano, ¿Pará qué? ……todo el esfuerzo, se resumen en las siguientes palabras: “HAY UN MAMÁ EMBARAZADA, ASIENTO POR FAVOR”.

Opciones
a.Sos el más dormido del tren, “babeas, soñas”
b.Estas en la tuya, con la música a todo volumen, no casas una…
c.Te levantas cual soldado listo y pronto para demostrar la solidaridad “encubierta y disfrazada” y le das el asiento, a la pobre mujer que quizás “finge un embarazo”.

Tengo algunos enemigos, y el que les acabo de presentar es uno de ellos.
Esta máquina eléctrica, logra estresarme, cambiarme el humor y ponerme un poco obsesiva, con la mochila para adelante, con el celu bien agarrado, lista y preparada para comenzar de nuevo.

Pd: me acabo de ganar un premio en Vale 97.5 por su cumple!